Una cena de trabajo en Versalles

Hace apenas 48 horas que esta cena tuvo lugar. ¿Qué te dicen las imágenes?

Al primer vistazo de las fotos se me ocurre, de forma inevitable, plantear varias cuestiones:

• ¿Nadie le ha dicho a Rajoy que los aparatos electrónicos no se ponen encima de la mesa si se va a comer? ¿Por qué crees que lo hace?
• ¿Por qué Merkel y Hollande dejan sus carpetas de trabajo también sobre la mesa? ¿Es correcto? ¿Son los únicos que «trabajan» mientras cenan? ¿Qué más pistas nos dan las carpetas así a «primera vista»?
• Si no fuera en Versalles, ¿hay forma de saber quién es el anfitrión en una mesa redonda de cuatro comensales? Dato clave para distinguir si hay alguien más relevante que otro y quiere que se note.

Pues pasemos esta situación al mundo de los negocios.

Pueden parecer cuestiones de puro cotilleo y sin relevancia, pero la tienen toda. Te lo aseguro.

En el mundo de los negocios, y más si sales fuera, te aconsejo que antes de ir a una comida de trabajo te hagas como mínimo estas preguntas y compruebes si conoces las respuestas. El tenerlas resueltas es básico y primordial. No todo está ni depende del plato y de las tajadas.

Más preguntas que se me ocurren

• ¿Cuál es el cometido del hombre en segundo plano, trajeado y de pie: personal de seguridad,  maitre? ¿Un convidado de piedra testigo de lo que se diga? ¿Está sólo al principio y luego se retira?
• ¿Y la cámara de seguridad enfocando la mesa? ¿No hay privacidad en estas reuniones?

Todas estas cuestiones y cuantas se te ocurran viendo las fotografías debes de tenerlas dominadas y «requetesabidas» para poder ir en condiciones de revista y a lo que de verdad se va a una reunión de este tipo. ¿Las tienes?

A un jefe de gobierno, si no ha estado a la altura en una comida de trabajo, ese momento delicado donde pueden decirse tantas cosas y por ignorancia o inseguridad, confundirse o malinterpretarse otras tantas, no van a ponerlo en la calle cuando vuelva a su país, -pondrán,  si acaso, a su jefe de protocolo o al asesor pertinente-; pero en el sector business a un ejecutivo o alto directivo es probable que sí. De hecho pasa con más frecuencia de lo que podemos imaginar.

Mi recomendación en estos casos: controla el entorno 3D del espacio en el que negocias. Es primordial para afianzar tus relaciones  de confianza y tu prestigio, además de ser una excelente y sana receta para engordar la cuenta de resultados, al fin y al cabo, la gran prueba del algodón en el mundo de los negocios.

©Josefina Escudero