Fuera de armario

 

¿Qué les pasa a la reina y la ministra Cospedal en sus vestidos?  Vistos de cerca no parecen impolutos. Los hay incluso que aseguran manchas en el vestido de la reina. Dudo mucho que sea cierto. Más bien diría que son sombras.

En cuanto a la señora ministra luce un top arrugado y con «algo raro» en la sisa de su brazo derecho… No se, estas fotos son muy traicioneras.

Y diréis: ¿Es importante este asunto con los problemas más gordos que tenemos en España?

Pues sí. Me sirve de ejemplo perfecto para repetir una y otra vez la importancia de una imagen, la nuestra, la de cada uno, en el día a día de nuestro hacer profesional.

Y cómo en un minuto se le pueden restar puntos al carnet de nuestra «marca personal».

Porque no creáis que esto pasa sólo en la cosa pública. En cada oficina, despacho o dónde nos movamos, está también el “Gran Hermano” el ojo que todo lo ve y la lengua que todo lo habla. Sin excepción alguna, évidemment.

Si puedes no hagas nada que te reste, sino que te sume. Hoy tomo como ejemplo el atuendo. Pero podría utilizar otros aspectos tan importantes como el carácter, la sonrisa, la palabra, los gestos, la mirada, los complementos, el tono de voz, el olor corporal, la indiscreción, la falta de sutileza, las inseguridades o los complejos… Todas armas peligrosas y de doble filo.

La imagen exterior es nuestro envoltorio. Es arriesgado no reparar en cómo nos mostramos cuando somos fuera de armario. Por eso lo recuerdo a principios de año.

©Josefina Escudero

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