El networking femenino (II)

Los hombres siempre han hecho su networking de manera natural y frecuente compartiendo aficiones. Los círculos de poder social, político y económico –tradicionalmente en su mayoría territorios masculinos- siempre han tenido sus sitios y actividades de esparcimiento y socialización. De los gentlemen’s clubs a los palcos de los estadios de fútbol, de los reservados de las discotecas a los clubes de golf.

No hay ninguna duda de que las mujeres son muy hábiles socializando entre ellas, por supuesto. Esto es innegable, una mujer puede empezar haciendo un comentario sobre el bolso de otra mujer y al cabo de dos minutos ya se han intercambiado teléfonos. Sin embargo, una gran diferencia es que las mujeres siempre han sido muy buenas interactuando para vender su empresa o en beneficio de su familia, pero muy malas vendiéndose a sí mismas, mientras que los hombres están más acostumbrados a hacer autopromoción.

First Tuesday

Sería ir demasiado lejos decir que el networking eficaz es una ciencia, pero sí que tiene unas reglas no escritas. Un modelo ya clásico de networking se lo debemos a las reuniones First Tuesday, que empezaron a celebrarse en Londres en 1998 y cuyo objetivo era escuchar a algún ponente, compartir información sobre cómo triunfar en el mundo de internet, mientras los asistentes se tomaban unas copas. Estas reuniones, que tenían lugar el primer martes de cada mes, se hicieron famosas e inspiraron muchos eventos de este tipo. Hoy en día esta plataforma de encuentro entre emprendedores de internet e inversores organiza eventos en 18 países y cuenta con 41.000 miembros en activo. Este tipo de reuniones, donde –al menos en los comienzos- unos iban identificados como “emprendedores” y otros como “inversores” funcionan, porque romper el hielo es fácil cuando cada uno sabe a lo que va. Es como el speed dating, tienes un minuto para impresionarme. He estado en demasiados eventos, en embajadas, en bares y en oficinas, donde nadie sabe quién es quién y por tanto son oportunidades completamente desperdiciadas.

El éxito de un evento depende del organizador. Un evento de networking es más útil y productivo cuanto más profesional sea la organización del mismo. Socializar es una cosa, pero un evento donde el objetivo es conocer a potenciales contactos de negocio es algo muy diferente. A la dinámica de grupo no es fácil cogerle el truco. Tiene un componente social pero tiene que ser también profesional. En un mundo cada vez más complejo e interconectado, el networking es una absoluta necesidad, donde se multiplican nuestras opciones. Independientemente de si las personas que conocemos en un evento pueden o no ayudarnos en nuestro proyecto concreto, el mero hecho de compartir y articular nuestras necesidades, una y otra vez, es ya de increíble utilidad. Nos ayuda a poner a punto nuestras ideas. Estos intercambios sociales, además, son imprescindibles a todos los niveles, y son importantes tanto para un becario como para un CEO. Siempre se necesita el apoyo, la complicidad, los recursos, las ideas o la colaboración de los demás.

Seraphic Society

La Seraphic Society es un ejemplo excelente de colaboración y networking al más alto nivel. Es un discreto y elitista grupo que incluye apenas un centenar de mujeres en Estados Unidos. Las miembros son ejecutivas de los CEO’s de algunas de las más importantes empresas del mundo. El nombre proviene de Serafín, el primero de los nueve coros de la jerarquía angelical cristiana, el orden más alto. Para entrar en este selecto club, una aspirante tiene que ser propuesta por un miembro y aprobada por las demás. La sociedad fue fundada hace 72 años y funciona casi como una hermandad secreta. Su networking normalmente se materializa en reuniones, donde todas tienen que firmar un acuerdo de confidencialidad. Todas las miembros están ahí para ayudarse mutuamente. Para desempeñar su trabajo, que a menudo implica hacer posible lo que parece imposible, recurren las unas a las otras para darse asistencia. Si hay que localizar y programar una entrevista con alguien importante o si hay que encontrar una farmacia abierta en Tokio de madrugada, si hay que saber normas específicas de protocolo en una cena con dignatarios extranjeros, o si hay que comprar un regalo especial, entra en juego el networking de la Seraphic Society.

Los CEO’s dependen casi 100% de sus secretarias ejecutivas. Ellas saben donde están en cada momento y se adelantan a lo que necesitan. Existen otras redes importantes, como las Silicon Valley Catalyst Association (SVCA), fundada en 1995, que incluye a las asistentes ejecutivas de los CEOs de empresas como Facebook, Cisco, Apple o Google. También abundan este tipo de redes en LinkedIn y por todo internet, pero ninguna tan antigua, exclusiva o prestigiosa como la Seraphic Society.

Estilos diferentes

Networking de Hombres

Los hombres son bastante más directos y cuando necesitan algo, simplemente lo piden. No así las mujeres, que dan más vueltas y piensan más bien en lo que pueden hacer por una persona para en última instancia conseguir lo que quieren, no piensan en una recompensa inmediata, como los hombres. Ellos son buenos autopromocionándose, ellas escuchan y se interesan por la otra persona y por tanto sus relaciones se basan en una confianza mutua.

Las mujeres se reúnen y socializan de maneras que jamás haría un hombre. Un hombre suele fortalecer relaciones profesionales en torno a copas un viernes por la noche o jugando al golf, pero las mujeres no suelen sentirse necesariamente cómodas con estos formatos de networking. Las mujeres prefieren ambientes más relajados para reunirse entre ellas, sus relaciones son más sólidas, comparten lo que están aprendiendo, se buscan unas a otras.

Muchas veces, también, las mujeres sencillamente no tienen el tiempo, ya que tienen que gestionar dos vidas a la vez.

Sin embargo -y esto es interesante- aunque normalmente encontrarán excusas para no asistir a una reunión de networking genérica, si la reunión tiene unos objetivos muy concretos establecidos, harán todo lo posible por asistir. Cuando es para ayudar a otros, resolver problemas del grupo o para hablar de temas muy específicos, entonces sí que hacen el esfuerzo adicional. Este es un motivo por el cual si se organiza un evento para mujeres, el objetivo del mismo debe ser lo más claro posible.

Networking de Mujeres

Son las mujeres las que más partido pueden sacar del networking hoy en día, porque una red de contactos amplía mucho las posibilidades de avanzar profesionalmente. Las mujeres deben pensar más allá de sus empresas y de su familia y trabajar para promocionarse ellas mismas. Y deben pensar como grupo, apoyándose mutuamente y tener en cuenta esa frase de la antigua Secretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright:»Hay un lugar especial en el infierno para aquellas mujeres que no ayudan a otras mujeres.  –min. 12,15 del vídeo-. Esto es relevante sobre todo para las mujeres que ya tienen puestos de responsabilidad en una empresa. Porque si ellas no sientan las bases para mejorar las opciones de las mujeres más jóvenes que vienen detrás, entonces nadie lo hará. Es una responsabilidad para con las nuevas generaciones.

La mujer ejecutiva, empresaria o emprendedora de hoy debe invertir tiempo en sí misma, tener una visión a más largo plazo, imaginarse dónde puede llegar y trabajar para conseguir esos objetivos concretos, no conformándose con lo que ya tiene. No puede esperar a que las cosas simplemente ocurran, porque todo gran objetivo requiere planificación, trabajo y sobre todo complicidad de otros y a veces mucha ayuda. Es un trabajo de equipo y la mujer, al ser en general menos egoísta que el hombre y al ser su tendencia la de construir relaciones duraderas, está especialmente bien preparada para este tipo de networking. Está bien apoyar a otros pero también está bien fomentar relaciones que nos permitan hacer realidad los propios sueños.

Si nos paramos a pensarlo, son las mujeres las que consolidan y mantienen unida a la sociedad. No sólo son ellas las que toman –o influencian- la mayoría de las decisiones de compra, tanto en el hogar como en la empresa. También son las que escriben las tarjetas de Navidad, las que llaman para felicitarte por tu cumpleaños, las que educan, las que cuidan, las que curan, las que están siempre animando. El gen del networking lo traen de fábrica. Sólo hace falta hackearlo y tunearlo para que sirva también a sus intereses profesionales.

 

© Josefina Escudero

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