De nuevo traigo a mi blog un artículo que preparé en su día para mi sección de PUNTO y SEGUIDO en Cincuentopía.
En esta ocasión destaco la necesidad de desmitificar creencias falsas que sobre la edad pululan por los rincones de nuestra sociedad de manera generalizada. La edad per se, no vuelve idiota o vulgar, displicente o insatisfecho. Tampoco dignifica si antes nunca reparamos en este concepto.
Sólo cuando se llega a esa edad sospechosa de anular las capacidades, se puede advertir si hay cambios drásticos en las mismas, o en las habilidades de cada uno. Pero mientras, no metamos a todos en el mismo saco, ni demos por buenas verdades que no son tal.
Ejemplo de lo que digo es nuestro reciente premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015, próximo a cumplir 90 años, el filósofo Emilio Lledó, a quién el propio rey en su discurso le pidió que nos guíe en estos momenos de cambios, crisis e incertidumbres.
Este es el enlace al artículo original. Me encantaría conocer vuestra opinión sobre este asunto que tarde o temprano puede que muchos tengamos que afrontar.
© Josefina Escudero