Es la nueva dueña del hotel Ritz. Esta millonaria saudí en su país no puede conducir, llevar la cabeza descubierta en público, o salir al extranjero sin el permiso de su marido. Sin embargo dirige uno de los conglomerados empresariales más importantes de la nación. Este es su caso de éxito.
A Lubna Olayan se la conoce en Arabia Saudita, y en el mundo, por su sagacidad empresarial. Nació en Arabia Saudita en 1955. En 1977 se graduó en la Universidad de Cornell, una de las más prestigiosas de EE.UU, con una licenciatura en agricultura antes de hacer un master en administración de empresas en la también estadounidense Universidad de Indiana.
Su padre, Suliman Olayan (fallecido en el 2002), un poderoso dirigente empresarial empezó su negocio desde cero hipotecando su casa. En 1947 fundó el Grupo Olayan hoy una de las empresas más destacadas del país y que desde ayer es uno de los nuevos propierarios del hotel Ritz de Madrid . Es una de las familias árabes más ricas con un patrimonio valorado en $12.5 billones.
El destino de una de las mujeres más influyentes en Arabia Saudita le debe mucho a haber roto estereotipos. Haber mantenido en curso su carrera profesional, desde el momento en que empezó a trabajar con Morgan Guaranty en Nueva York hasta hoy, es lo que distingue al éxito de Olayan. En 1983 se trasladó a la capital del Reino, Riad, y empezó a tomar parte en la gestión de la empresa familiar. Lubna trabajó codo a codo con su padre. Si bien su relación fue estrecha, en el trabajo era puro negocio. Olayan y su padre acordaron que en la oficina no eran padre e hija sino jefe y empleada. En 2004 Olayan ya se había convertido en la primera mujer elegida en la junta de directores de la compañía Saudi Hollandi Bank.
Olayan es activa en desarrollar la educación saudí.
Pero Olayan, elegida por Time Magazine en 2005 una de las cien personas más influyentes, tiene un lado en ella que va más allá de los negocios.
Cuando no dirige empresa apoya a diversas comunidades sosteniendo y trabajando con organizaciones no gubernamentales. Y se ocupa además activamente de iniciativas educativas con especial atención en la promoción de los derechos de las mujeres supervisando programas educativos . Como consultora en la junta de la Universidad Effat, una institución docente para mujeres en Arabia Saudita, ella conoce el significado de la educación para las mujeres de su país «La educación es el propulsor más importante para mejorar la sociedad, en Arabia Saudita, pero también en otras partes del mundo», ha dicho en reiteradas ocasiones.
Defensa de los derechos de las mujeres
Sin entrar en una confrontación abierta con las élites conservadoras, Olayan se ocupa de promover los derechos de las mujeres sauditas, cuyas oportunidades en el Reino, donde impera la sharía, están limitadas significativamente.
Atraer más mujeres al mundo empresarial
Para aumentar el número de profesionales femeninas, que actualmente representan solamente el seis por ciento de la fuerza laboral saudí, Olayan estableció en 2004 «Olayan National Women´s Action for Recruitment and Development» (Acción nacional femenina para la contratación y el desarrollo — Siglas en inglés ONWARD). El programa acepta candidatas y las capacita en pericias que pueden ser utilizadas en una variedad de profesiones. Aunque la mayoría de las candidatas son recién licenciadas de la universidad, la meta es prepararlas para futuros cargos ejecutivos.
Como integrante de la junta de directores de INSEAD, un colegio de posgrado internacional de administración de empresas con múltiples campus, Olayan tiene mucho que decir acerca del progreso de las mujeres saudíes en los negocios. Para empezar, el que los hombres y las mujeres trabajen juntos es una receta para el éxito. Ella fue la primera mujer saudí en pedir y aplicar la abolición de la segregación sexual entre los empresarios y la igualdad económica, que, a su juicio, aumentará la competitividad de Arabia Saudita en la economía global. «Es una progresión natural y un elemento natural en la formación de una sociedad «.
Recuerda que cuando las mujeres empezaron a trabajar en las oficinas de las compañías de Olayan ocurrió un cambio. «Pienso que produjo una pequeña diferencia. Todos eran hombres hasta que vinieron las mujeres y, en mi opinión, ello hizo que muchos de los saudíes jóvenes se dieran cuenta de que había competencia». «Hay una alternativa si no llegas puntualmente» .
Mantener la meta a la vista
Olayan, que es miembro del Consejo Internacional de Empresas del Foro Económico Mundial, afirma que los hombres y las mujeres saudíes interesados en abrir un negocio en Arabia Saudita – o en cualquier otra parte – primero deben prepararse. «Deben tener una meta y tienen que medir el progreso. Más vale que dispongan de todos los ingredientes necesarios y conozcan esos ingredientes para realizar su plan». Deben medir el progreso regularmente para asegurar que no se hayan desviado. Vuelvan hacia atrás y concéntrense».
Junto con todo lo logrado confiesa que su éxito mayor son sus tres hijas.
© Josefina Escudero